Como abogado de familia he podido comprobar que en no pocas ocasiones el divorcio o la separación no es una decisión consensuada. A menudo acuden al despacho clientes que han tomado esta decisión de forma unilateral cuando la otra parte ni siquiera se lo plantea, y cuando esto sucede, no es extraño que el cónyuge que ha tomado la decisión se pregunte si es necesario el consentimiento del otro para iniciar los trámites al efecto.
Cuando esto sucede, es fundamental acudir a un abogado de familia que te solvente todas estas cuestiones y te asista de cara a iniciar el procedimiento, ya sea por la vía del mutuo acuerdo, ya sea en vía con contenciosa.
En cualquier caso, lo primero que tenemos que destacar es que no es necesario el consentimiento del otro cónyuge o miembro de la pareja para iniciar los trámites, del mismo modo en que el divorcio dejó de ser causal en España hace años. Es decir, ni necesitas que tu pareja quiera divorciarse ni alegar una causa para justificar el divorcio. Esto es importante porque como abogado de familia compruebo en no pocas ocasiones que todavía existe la creencia errónea y generalizada de que es necesario el justificar por qué te divorcias, del mismo modo en que compruebo que la gente cree que las infidelidades influyen en el proceso.
Así las cosas, el único requisito que exige el Código Civil es el de que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio. Transcurrido dicho plazo, cualquiera de las dos partes puede solicitar la disolución del matrimonio por causa de divorcio.
¿Puedo divorciarme de mutuo acuerdo si mi pareja no quiere?
Como abogado de familia siempre recomiendo tramitar la separación o el divorcio por la vía del mutuo acuerdo, ya que hablamos de un procedimiento más rápido en su tramitación, de menor coste económico y que implica un menor desgaste emocional para las partes implicadas. Ahora bien, para poder sacar adelante este procedimiento será necesaria una voluntad por las dos partes y una negociación tendente a elaborar un convenio regulador, por lo que, si la otra parte no quiere divorciarse, difícilmente se va a poder conseguir esto por la vía del mutuo acuerdo.
¿Qué puedo hacer entonces si mi pareja no quiere divorciarse?
Interponer una demanda de divorcio contenciosa. Ahora bien, lo habitual es que antes de llegar a ese extremo, tu abogado de familia se ponga en contacto con la otra parte mediante burofax o medio de comunicación análogo poniéndose a su disposición para alcanzar a un acuerdo.
Es cierto que cuando esto sucede, a veces la parte contraria toma conciencia de que no hay marcha atrás y ante lo evidente, opta por mediar y no batallar, sobre todo si no hay mucha diferencia entre las pretensiones de una y otra parte. A veces no existe desacuerdo entre lo que quiere uno u otro y el único motivo de oposición es la cabezonería o el ego.
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Izaskun Uriarte. Abogada de Familia en Madrid.