¿Por qué tantas parejas se divorcian después del verano?

¿Por qué tantas parejas se divorcian después del verano?

La calma antes de la tormenta.

Septiembre marca el inicio del curso escolar, la vuelta a la rutina laboral... y, para muchas parejas, el comienzo del fin. Aunque parezca paradójico, justo después de las vacaciones de verano es cuando se registra un repunte significativo en las demandas de divorcio. ¿Por qué ocurre esto?

Vacaciones: el espejismo de la reconciliación.

Durante el año, la vorágine del trabajo, los niños, la falta de tiempo o de comunicación pueden anestesiar los conflictos. Muchas parejas postergan decisiones importantes esperando que el verano, con su promesa de descanso y desconexión, obre el milagro. “Vamos a esperar a las vacaciones, y veremos cómo estamos”.

Pero lo que debería ser un periodo de encuentro, se convierte a menudo en un espejo crudo de la realidad. La convivencia intensiva, el choque de expectativas o las tensiones acumuladas acaban por hacer estallar lo que ya venía agrietado.

Septiembre: momento de tomar decisiones.

Pasado el verano, muchas personas sienten la necesidad de hacer "borrón y cuenta nueva". Como si septiembre fuera un segundo enero. Y esa sensación de reinicio impulsa a muchos a dar el paso que llevan tiempo meditando: separarse, rehacer su vida o proteger a los hijos de un entorno tenso e insostenible.

Un patrón que se repite cada año.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), septiembre y octubre suelen registrar un repunte en las disoluciones matrimoniales. De hecho, en 2023, los procedimientos de separación y divorcio aumentaron un 16 % entre el tercer y el cuarto trimestre del año, siendo septiembre uno de los meses con mayor volumen de demandas de mutuo acuerdo o contenciosas. Este fenómeno no es exclusivo de España: estudios similares en otros países europeos apuntan a las vacaciones como uno de los detonantes más frecuentes.

Un proceso que duele, pero libera.

Tomar la decisión de divorciarse nunca es fácil. Pero cuando la relación se ha deteriorado hasta el punto de generar sufrimiento continuado, dar el paso puede ser el primer gesto de cuidado hacia uno mismo y hacia los hijos.

Si este es tu caso, infórmate bien, busca asesoramiento profesional y acompáñate de personas que te ayuden a transitar esta etapa con calma y claridad. Cada proceso de divorcio es único, pero ninguno debería vivirse en soledad.

Somos abogados de Familia en Madrid, si tienes cualquier consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. 

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